lunes, 25 de junio de 2012

Octogésima Novena Estación: "Los Beneficios de la Lycra"


También denominado Elastano o Spandex, fibra sintética de gran elasticidad, ¿sabíais que se puede estirar hasta un 600% sin que se rompa? (ahora se entiende como la bartolilla del Rigui puede meterse en esos maillots talla L) Además se estira muchísimas veces y vuelve a su forma original, no encoge y seca rápidamente.
La inventó el químico Joseph Shivers para la compañía DuPont. Es un polímero de cadena muy larga, compuesto con un mínimo del 85% de poliuretano segmentado.
Estudié Técnico de Laboratorio Químico pero después de más de 20 años sin ejercerlo algo me acuerdo de cadenas largas de química orgánica, pero no mucho la verdad.
Pero bueno, he querido hacer con esta introducción de lo que pretende ser una pequeña y humilde crónica del día de ayer, un homenaje a ese tejido que tanto beneficio produce al que la utiliza. No por el hecho de enfundarse en él sino porque se presupone que si te pones ese material en el cuerpo es para darle caña al propio.
Se adapta al cuerpo, seca rápido el sudor, es como una segunda piel.
Pero cuál es el verdadero beneficio de la Lycra: la respuesta es sencilla: ponerte una prenda de este material para hacer deporte, otra cosa es que lleguemos al punto, como hace mi amigo Rigui, de estropearlo poniéndole colores y distintivos de tan mal gusto que lo hace repelente y molesta a la vista.
¡Rigui “omío” eso no se le hace a la Lycra.!
Así, con ese ataque furibundo a ese preciado tejido se presentó el “expresiomío” ayer de mañana en el Parque de la Constitución, con el consiguiente escándalo de propios y extraños. Tan temprano y tener que ver eso....puaj.
Pues así, soportando el dolor en los ojos, en una mañana que aventuraba calor nos congregamos para partir dirección a Alcalá un montón de bicicleteros montañeros (de aquí en adelante “btteros”) que paso a relacionar: Tallo, Vergara, César y su cuñao, Borre, Oliva, Fafi, Antonio Notaría, José Bonilla, Pico, los dos Niños, Vaquero, Miguel, Chapi, Chocolate, Rigui y un servidor. Además un agregado que supongo será en breve un nuevo omío y más teniendo en cuenta el “pepinon” de bici que se ha comprado: Diego de la Fuente.
Una vez mencionados a todos (espero no haberme quedado a nadie sin nombrar) y con la intención de hacer un breve repaso de la ruta dirección a la antigua Universidad Laboral de Sevilla, paso a indicar que fue bastante asequible, llana y rápida. A pesar de esto algo accidentada y merecedoras de ser contada.
Salimos por la Vía Verde dirección Alcalá de Guadaíra, Parque de la ribera del Guadaíra, y de ahí por la misma orilla del río alcalareño hasta la Pablo de Olavide. Hasta llegar aquí y tras comer algo, salíamos de vuelta por el carril bici, aquí la primera incidencia a Chapi le pica un insecto (avispa o abeja) en la oreja y dolorido le ponemos una crema  que él mismo lleva. Mencionar que se le puso la oreja como la de “Dumbo” pero sin más problema continuamos.
Llegamos a la Venta la Liebre tras pasar Decathlon y un polvoriento camino, atravesamos el puente de la autovía que une la Venta con la cementera y buscamos veredas para llegar a El Viso. Pasamos por una algo escarpada que llega desde la nueva variante de Alcalá hasta cerca de la Hacienda la Caridad donde la arena nos hace bajarnos de las bicis para evitar caídas. Llegamos a la A392 y por la vía de servicio la atravesamos por una tubería que pasa por debajo de la carretera y accedimos a la otra vía de servicio paralela buscando la Venta de Los Conejos. Cerca de esta venta en una bajada por las veredas el compañero Antonio “Notaría” sufre una caída espeluznante y tenemos que agradecer al casco que no fuese nada más que un par de heridas en los codos y una fuerte contusión en costado y cadera. Afortunadamente no pasó de ahí, salvo el susto que se llevó y que sin duda le habrá amargado el domingo.
La anécdota la pone Oliva “Lagar” que se cae por culpa de las calas, cuando nos paramos por el accidente y el encuentro “amoroso” de las “burras” de Chapi y Rigui que hizo temer por algún radio de la rueda trasera del último enganchada por el pedal automático del primero.
Un rato para interrumpir el coito de metal y continuamos hasta llegar a Mairena, apresurados para quitarnos del calor que sobre las 12 y media estaba cayendo, y buscando la Trocha reagrupamos en la Cruz Roja para finalizar la ruta. Unos marcharon a casa y otros nos enrreamos una horita en el “Juraito”.
Alrededor de 60 km. en tres horas y media, no pude grabar la ruta porque se me apagó el móvil, pero las medias más o menos se pueden calcular.
No voy a hacer ninguna opinión personal de cada uno esta vez, ya que la ruta fue bastante relajada, salvo en algún tramo, que se pisó fuerte el acelerador, casi siempre fuimos bastante juntos, pero quiero mostrar mi parecer sobre el gran grupo que conformamos para destacar el compañerismo, la gracia de algunos y lo a gusto que se va con los “omíos” los domingos.
Espero que la semana que viene vuelva a haber un buen grupo y que sea realidad lo que hablamos con César.
Haber que tal.
¡Ah! y espero que a todos nos haya sido muy beneficiosa la lycra en el día de ayer.
Para terminar le dedico la crónica al amigo Rigui, que seguro sabe encajar bien las bromitas que le he dado en ésta, con el deseo de que su padre tenga una muy feliz y pronta recuperación.
This is another Javi´s Chronicle.

lunes, 18 de junio de 2012

Octogésima Octava Estación: "Ruta de la Munigua" (Javi´s Chronicle)


Con las piernas algo doloridas, pero con una incansable satisfacción me dispongo a recordar la aventura del día de ayer, en el que un buen grupo de “omíos”, tuvimos la oportunidad de realizar.
Esta aventura ha sido posible a pesar de que había varios inconvenientes: el primero de ellos es que esta ruta estaba planteada por el Club una semana antes coincidiendo con el Corpus lo que hacía que muchos no pudiésemos ir por compromisos varios, segundo que a pesar del cambio oficial de fecha por parte del Club un grupo de cuatro relevantes “Omíos”: Rigui, Vergara, Borregui y Borre, lo realizaron el pasado día 10 y el tercero que no teníamos transporte para las bicis, hasta que el gran “Borre” quiso repetir la ruta y nos facilitó muy mucho la expedición.
Juntamos catorce Bikers: Carlos Salguero, los niños Antonio, López y Jesús, Publi, Pico, Pistolo, Joselito, Lora, Antonio Notaría, Guillermo “Pantani”, Cani, Borre y un servidor.
No demasiado temprano 7:30 de la mañana partíamos de El Viso dirección a Villanueva del Río y Minas, localidad en la que nunca había estado a pesar de estar tan cerca. Cuando llegamos al pueblo me llamó la atención que su orografía es un tanto rara, porque las casas se dispersan sin gran orden ni concierto, mezclándose antiguas factorías, minas y edificios nobles con humildes viviendas, la mayoría de ellas de estilo chalet.
Desayunamos en un bar del pueblo y nos dirigimos hasta la ribera del río donde aparcamos los vehículos y dispusimos todo para montarnos en nuestras “burras” y partir en busca de El Pedroso.
Nada más empezar un “cuestón” arriba que ya me dejó sin aliento, a partir de ahí los veintitrés kilómetros que hay desde Villanueva hasta El Pedroso, subiendo con alguna aliviadora bajada, pero mayoritariamente subiendo por algún que otro camino con muchas piedras.
Tuvimos que abrir alguna que otra valla y pasamos por un camino privado que enseguida tuvo su consecuencia y es que un guarda rural nos llamó la atención y nos prohibió que continuásemos. Ante nuestras súplicas y promesas de no volver a hacer esa ruta y de así hacerlo saber para que no se repitiese, nos dejó pasar “jugándose el puesto de trabajo” tal y como nos inquirió.
Un poco “acojonados” por esta circunstancia y porque teníamos que volver por ese mismo lugar, no fuera ser que tuviésemos problemas, continuamos por dehesas llenas de alcornoques y encinas en los que pudimos apreciar ganado bravo, afortunadamente tras un cercado. El paisaje es espectacular, encontramos conejos atravesando el camino, rebaños de ovejas y naturaleza. La pena es que está todo muy seco y con el calor que empezaba a hacer y las interminables subidas y repechones poco podíamos disfrutar, más que centrarnos en emplearnos a fondo hasta llegar a El Pedroso.
Llegamos a ese pueblo serrano y pudimos disfrutar de un pequeño descanso que aprovechamos para tomar algo de alimento y recargar agua.
Respecto al agua, ayer descubrí que mi “Camel back” es impresionante, lo cargué por primera vez de agua que previamente congelé y se mantuvo así toda la jornada, tanto que muchas veces por más que succionara no me daba agua puesto que estaba congelada.
La vuelta, a pesar de que la mayor parte era de peligrosas cuestas abajo, algún que otro repechón nos partía literalmente las piernas. Una de ellas sirvió para romper la cadena de Dalmacio y otra a Joselito. Yo decía para mí, qué raro que no haya ni un pinchazo, y mira por donde casi al final pinchó Antonio Niño.
A la vuelta nos esperaba el guarda, que mira por donde creo que se alegró al vernos ya que supongo éramos la única novedad del caluroso domingo. Yo particularmente agradecí que no nos hubiese puesto problema e incluso nos explicó como llegar a las ruinas de Mulva-Munigua.
A pesar de ello nos pasamos la puerta de la entrada y tuvimos que explorar un nuevo camino por medio del campo, surcando un arroyo y atravesando vallas de espino, para llegar a la vereda que nos permite visitar la impresionante mole de piedra, asentada en un cerro, que es el templo romano de Mulva. Es alucinante que eso esté ahí, en medio de la nada, prácticamente incomunicado de la civilización, solo accesible a pie o en bici.
Eché de menos en esta visita algún “profe Omío” que nos explicase algo de este yacimiento arqueológico, pero estos, este fin de semana “tiraron pal monte” jeje nunca mejor dicho J en una ruta de senderismo de la que me hubiese gustado participar, en la que coronaron el pico de la Tiñosa de 1570 mts.¡Enhorabuena!
El cansancio acumulado y el tremendo calor nos hizo temer por algún “omío” y estando a ocho kilómetros de Villanueva del Río, nos puso en alerta ya que había muchos con poca agua y físicamente agotados.
Ayudados por que el camino estaba bastante bien y en su mayoría cuesta abajo llegamos a la ribera donde nos esperaban nuestros coches. Nos cambiamos y pusimos dirección a El Viso, no sin antes hacer una parada en Villanueva del Río y Minas para tomarnos un refrigerio aprovechando una feria de muestras que había en la localidad.
Grabé la ruta y los datos los podéis ver aquí: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2979512
Tres horas y Cuarenta y Cinco minutos de trabajo duro.
Mi opinión de todos y cada uno:
-Carlos S.: está fuerte y sobrado, le vino bien a Cani que lo pasó algo mal y estuvo siempre pendiente de él.
-Antonio y Jesús Niños: imponentes, Inalcanzables.
-López: tiene que llevar más agua, está fuerte, pero quizás algo más de técnica le vendría mejor.
-Lora: mi primo está espectacular, un portento físico, como dice Borre “pura energía”
-Dalmacio: venía algo fastidiado con el estómago y no dio todo lo que puede dar.
-Pico: me sorprende que un tío que lleva tanto tiempo sin coger la bici esté tan bien y tenga tanto fondo, a pesar de que ayer no fue un día bueno para él, por algunas molestias físicas.
-Publi: al final lo pasó mal, pero el que tuvo retuvo.
-Borre: dice que ayer no estaba bien, pero para mí que sigue progresando, a mi me gana siempre, aunque a mi me gana todo el mundo jejeje.
-Joselito: bien, en su línea de experiencia y sabiduría.
-Cani: a pesar de que lo pasó mal, terminó y eso es lo que hay que hacer.
-Antonio Notaria: es otro portento físico, incansable y colaborador.
-Guillermo: Otro ejemplo de experiencia, lo veo fino y muy en forma. Aunque seguro que tiene un gran margen de mejoría.
Y de mí tan solo digo que me sentí bien, como todos padecí el calor y las cuestas sube y baja rompepiernas. Pero que cada día disfruto más encima de mi FOCUS.

Bueno pues hasta aquí mi crónica. Espero que os haya gustado.