Con las piernas algo doloridas, pero con una incansable
satisfacción me dispongo a recordar la aventura del día de ayer, en el que un
buen grupo de “omíos”, tuvimos la oportunidad de realizar.
Esta aventura ha sido posible a
pesar de que había varios inconvenientes: el primero de ellos es que esta ruta
estaba planteada por el Club una semana antes coincidiendo con el Corpus lo que
hacía que muchos no pudiésemos ir por compromisos varios, segundo que a pesar
del cambio oficial de fecha por parte del Club un grupo de cuatro relevantes
“Omíos”: Rigui, Vergara, Borregui y Borre, lo realizaron el pasado día 10 y el
tercero que no teníamos transporte para las bicis, hasta que el gran “Borre”
quiso repetir la ruta y nos facilitó muy mucho la expedición.
Juntamos catorce Bikers: Carlos
Salguero, los niños Antonio, López y Jesús, Publi, Pico, Pistolo, Joselito,
Lora, Antonio Notaría, Guillermo “Pantani”, Cani, Borre y un servidor.
No demasiado temprano 7:30 de la
mañana partíamos de El Viso dirección a Villanueva del Río y Minas, localidad
en la que nunca había estado a pesar de estar tan cerca. Cuando llegamos al
pueblo me llamó la atención que su orografía es un tanto rara, porque las casas
se dispersan sin gran orden ni concierto, mezclándose antiguas factorías, minas
y edificios nobles con humildes viviendas, la mayoría de ellas de estilo
chalet.
Desayunamos en un bar del pueblo
y nos dirigimos hasta la ribera del río donde aparcamos los vehículos y
dispusimos todo para montarnos en nuestras “burras” y partir en busca de El
Pedroso.
Nada más empezar un “cuestón”
arriba que ya me dejó sin aliento, a partir de ahí los veintitrés kilómetros
que hay desde Villanueva hasta El Pedroso, subiendo con alguna aliviadora
bajada, pero mayoritariamente subiendo por algún que otro camino con muchas
piedras.
Tuvimos que abrir alguna que otra
valla y pasamos por un camino privado que enseguida tuvo su consecuencia y es
que un guarda rural nos llamó la atención y nos prohibió que continuásemos.
Ante nuestras súplicas y promesas de no volver a hacer esa ruta y de así
hacerlo saber para que no se repitiese, nos dejó pasar “jugándose el puesto de
trabajo” tal y como nos inquirió.
Un poco “acojonados” por esta
circunstancia y porque teníamos que volver por ese mismo lugar, no fuera ser
que tuviésemos problemas, continuamos por dehesas llenas de alcornoques y
encinas en los que pudimos apreciar ganado bravo, afortunadamente tras un
cercado. El paisaje es espectacular, encontramos conejos atravesando el camino,
rebaños de ovejas y naturaleza. La pena es que está todo muy seco y con el
calor que empezaba a hacer y las interminables subidas y repechones poco
podíamos disfrutar, más que centrarnos en emplearnos a fondo hasta llegar a El
Pedroso.
Llegamos a ese pueblo serrano y
pudimos disfrutar de un pequeño descanso que aprovechamos para tomar algo de
alimento y recargar agua.
Respecto al agua, ayer descubrí
que mi “Camel back” es impresionante, lo cargué por primera vez de agua que
previamente congelé y se mantuvo así toda la jornada, tanto que muchas veces
por más que succionara no me daba agua puesto que estaba congelada.
La vuelta, a pesar de que la
mayor parte era de peligrosas cuestas abajo, algún que otro repechón nos partía
literalmente las piernas. Una de ellas sirvió para romper la cadena de Dalmacio
y otra a Joselito. Yo decía para mí, qué raro que no haya ni un pinchazo, y
mira por donde casi al final pinchó Antonio Niño.
A la vuelta nos esperaba el
guarda, que mira por donde creo que se alegró al vernos ya que supongo éramos
la única novedad del caluroso domingo. Yo particularmente agradecí que no nos
hubiese puesto problema e incluso nos explicó como llegar a las ruinas de
Mulva-Munigua.
A pesar de ello nos pasamos la
puerta de la entrada y tuvimos que explorar un nuevo camino por medio del
campo, surcando un arroyo y atravesando vallas de espino, para llegar a la
vereda que nos permite visitar la impresionante mole de piedra, asentada en un
cerro, que es el templo romano de Mulva. Es alucinante que eso esté ahí, en
medio de la nada, prácticamente incomunicado de la civilización, solo accesible
a pie o en bici.
Eché de menos en esta visita
algún “profe Omío” que nos explicase algo de este yacimiento arqueológico, pero
estos, este fin de semana “tiraron pal monte” jeje nunca mejor dicho J
en una ruta de senderismo de la que me hubiese gustado participar, en la que
coronaron el pico de la Tiñosa de 1570 mts.¡Enhorabuena!
El cansancio acumulado y el
tremendo calor nos hizo temer por algún “omío” y estando a ocho kilómetros de
Villanueva del Río, nos puso en alerta ya que había muchos con poca agua y
físicamente agotados.
Ayudados por que el camino estaba
bastante bien y en su mayoría cuesta abajo llegamos a la ribera donde nos
esperaban nuestros coches. Nos cambiamos y pusimos dirección a El Viso, no sin
antes hacer una parada en Villanueva del Río y Minas para tomarnos un
refrigerio aprovechando una feria de muestras que había en la localidad.
Grabé la ruta y los datos los
podéis ver aquí: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2979512
Tres horas y Cuarenta y Cinco
minutos de trabajo duro.
Mi opinión de todos y cada uno:
-Carlos S.: está fuerte y
sobrado, le vino bien a Cani que lo pasó algo mal y estuvo siempre pendiente de
él.
-Antonio y Jesús Niños:
imponentes, Inalcanzables.
-López: tiene que llevar más
agua, está fuerte, pero quizás algo más de técnica le vendría mejor.
-Lora: mi primo está
espectacular, un portento físico, como dice Borre “pura energía”
-Dalmacio: venía algo fastidiado
con el estómago y no dio todo lo que puede dar.
-Pico: me sorprende que un tío
que lleva tanto tiempo sin coger la bici esté tan bien y tenga tanto fondo, a
pesar de que ayer no fue un día bueno para él, por algunas molestias físicas.
-Publi: al final lo pasó mal,
pero el que tuvo retuvo.
-Borre: dice que ayer no estaba
bien, pero para mí que sigue progresando, a mi me gana siempre, aunque a mi me
gana todo el mundo jejeje.
-Joselito: bien, en su línea de
experiencia y sabiduría.
-Cani: a pesar de que lo pasó
mal, terminó y eso es lo que hay que hacer.
-Antonio Notaria: es otro
portento físico, incansable y colaborador.
-Guillermo: Otro ejemplo de
experiencia, lo veo fino y muy en forma. Aunque seguro que tiene un gran margen
de mejoría.
Y de mí tan solo digo que me
sentí bien, como todos padecí el calor y las cuestas sube y baja rompepiernas.
Pero que cada día disfruto más encima de mi FOCUS.
Bueno pues hasta aquí mi crónica.
Espero que os haya gustado.
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