jueves, 18 de noviembre de 2010

Sextuagésima Tercera Estación: "Iacobus" (Prólogo)

Llevo algún tiempo pensando en cómo contar la experiencia vivida de apenas seis días de verano, la verdad es que han sido tantísimas las sensaciones que me daría para escribir hasta un libro, y eso que han sido tan solo 150 y pico kilómetros los que nos separaban aquel 5 de agosto de Santiago de Compostela cuando a las seis de la mañana echábamos a andar desde ese lugar mágico y extraordinario que es O'Cebreiro, convertido en un verdadero parque temático del Camino de Santiago, pero que tanto me emocionó especialmente.
Aquí me gustaría expresar aquella experiencia veraniega, experiencia que yo calificaría de aventurera, montañista, deportiva y de esfuerzo compartido, pero que para mí, creyente convencido, también lo fue de realidad religiosa, de reafirmación en mi credo y de encuentro y contacto con Dios, un Dios que en el Camino se expresa de tantas y tantas formas que es difícil abstraerse del verdadero sentido jacobeo. Dios en el camino está en todos los lugares por los que pasas, en aquellos que te acompañan, en los momentos de soledad, en los muchísimos de fatiga y cansancio y sobre todo en los que no puedes dar un paso más, en los que físicamente no avanzarías ni un centímetro. Pero Dios también está en la naturaleza exuberante de Galicia, en los helechos imperecederos de los arriates de la senda, en el frescor, en el verdor, en los altos pinos gallegos, en los eucaliptos aromáticos que impedían llegar la luz del sol y en la humedad, bendición gloriosa en la canícula veraniega que refresca gracias a las corrientes de arroyos y ríos.
Me tiene atrapado el camino, desde que tuve la gracia de abrazar al Santo lo que impregnó mi corazón de satisfacción y orgullo por haberlo conseguido, por el esfuerzo realizado y por el dolor soportado. Me tiene atrapado el camino, es verdad, siento como una necesidad imperiosa volver a hacerlo, renovar lo vivido, revivir lo experimentado, volver a sentir la experiencia del esfuerzo y ver nuevamente la belleza de la naturaleza, sobre todo porque en ella se comprueba el espíritu de superación del ser humano.
Benditas flechas amarillas.
Me tiene atrapado el camino y estoy loco por volver a hacerlo. ¿Quién me acompaña?
pd.Me he propuesto contar esta aventura desde el inicio, no se si podré pero eso si, lo haré por capítulos. Por lo pronto este es el prólogo.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Sextuagésima Segunda Estación: "Música"


El domingo llenaremos El Viso de música, vienen a vivir con nosotros la fiesta de la patrona de los músicos desde varios lugares: Utrera, Los Palacios, La Roda de Andalucía y Cádiz.
Espero e invito a todos a que estén viviendo con nosotros este día tan bonito, para escuchar esos sones que nuestros chicos y chicas ensayan a diario con profunda devoción y afición.
Están todos invitados no falten.

martes, 9 de noviembre de 2010

Sextuagésima Primera Estación: "No valen amenazas"

Eso, además sobran, uno puede creer estar en posesión o no de la verdad, puede llevar razón o no, en todo caso se piden explicaciones, se aclaran los acuerdos. Hay que tener en cuenta que desde 1995 a 2010 han transcurrido 15 años. La mayoría de la gente ni sabía, ni tiene porque saber.
Tan solo pretendíamos poner orden en algo que no tiene ningún orden.
Saben aquello de: "los niños con los niños" y "las niñas con las niñas". Pues eso.
Solo eso, y por eso sobran las amenazas.