lunes, 11 de febrero de 2013

Nonagésima Novena Estación: "Omios Rocieros"


Ayer domingo, último antes de que entre la cuaresma, lo más normal para mí en otros tiempos hubiese sido estar en otras cosas, los que me conocen saben bien en que otras cosas hubiese estado. Sin embargo en algo más de un año soy capaz de estar también con el deporte, a pesar de que sea un deporte que te da dosis de gratitud pero también de ingratitud.
Y no digo que haya dejado una cosa para hacer otra, ¡qué va!, sin ir más lejos el sábado por la tarde-noche asistía con mi Banda de la Merced a un Pregón en Mairena del Alcor de la Hermandad del Cautivo, cuyo pregonero además fue miembro de nuestra Banda, hay que ir compaginando.
Pero bueno esto es otro tema, lo que quiero contar es que ayer fui al Rocío, si a la aldea almonteña, y no es nada raro, puesto que es mucha gente la que un domingo suele pisar las arenas y más en este año jubilar con los beneficios espirituales que el Papa ha concedido a todos aquellos que peregrinen para ver a la Virgen del Rocío.
Yo ayer fui al Rocío, no vi a la Virgen porque está en Almonte, pero peregrinamos, tampoco pisé las arenas, las rodé, si con mi bici y con mi club en una nueva aventura que marcará mi corta existencia sobre las dos ruedas.
Fue de esta manera: el despertador sonó bien temprano (7:15) me vestí, cogí el camelback y partí a desayunar al Mirakka donde ya allí se encontraban varios “omíos” preparados para la aventura, uno de ellos todo un líder de las “flacas”: “Niño Metales” que se sumaba nuevamente en una expedición “betetera”. Además pienso que con nosotros se encuentra muy bien y arropado. Sin duda el campo y la naturaleza “limpia” la mente y despeja las ideas.
El más rociero de todos: Rigui, con medalla de la Hermandad de El Viso y la cinta del sombrero en el casco, “genio y figura”
A las ocho de la mañana, sorprendía ver la cantidad de bikers que en el Parque de la Constitución había, más de treinta, los voy a enumerar por orden alfabético (espero no dejarme ninguno):
Antonio Notaría, Bustos, Cani, César, Chico, Cresencio, Diego, Fruti, Guerrerito, Iñigo, Ismael, Jorge, Joselito, Juanma, Kike, Luis Cueto, Luismi, Mario, Miguel, Miguel Picharri, Monge, Niño Culopato, Niño Metales, Paco Mohoso, Pepito Ventorrillo, Pistolo, Pistolo Grande, Rigui, Salguero, Samir, Tallo, Vergara y un servidor.
Partíamos dirección Mairena, Venta de los Conejos buscando la vía, Gandul, (aquí se nos unen tres amigos de Alcalá con sus respectivas bicis) Llegamos al parque Guadaíra y de allí buscando Dos Hermanas. Un recorrido cómodo con tramos de mucho asfalto. Sin embargo antes de llegar a la ciudad nazarena pincha Antonio Notaría y padecemos el primer parón.
En Dos Hermanas nos dirigimos a la Isla Menor, y sufrimos un percance, niño Bustos e Ismael tienen una caída, sin consecuencias más que los golpes y magulladuras y en la rivera del Guadaíra otro pinchazo que nos hace también parar.
Atravesamos el Río Guadaíra para buscar Coria, aquí en esta carretera la primera “leña”, se empieza a rodar fuerte para que los “espíritus inquietos” se desfoguen, ¡como voy aprendiendo que en la cocina se va bien! Agrupaditos llegamos a la barcaza para cruzar el Guadalquivir en Coria. 
Como ya sabíamos, cruzar el río en barcaza era una de las atracciones que nos ofrecía el día, allí nos esperaban tres omíos que habían decidido hacer el recorrido partiendo desde la localidad ribereña: Cano, César padre y Publi. El ambiente era espectacular, ¡Treinta y nueve bicicletas! a un euro por barba para pasar el Guadalquivir.
Atravesamos Coria buscando Almensilla, Bollullos de la Mitación y ya entramos en terreno rociero. Es este un camino que nunca había transitado, pero los nombres de los lugares por los que pasamos empiezan a sonarme: Cortijo de la Juliana, Pinares de Lopa... Aquí un grupo se desmarca y pega un tirón, buscan probarse. No a todo el mundo le gusta esto y es criticable pero cada uno ha de admitir lo suyo, la crítica unos y la comprensión otros.
Afortunadamente íbamos bien pertrechados: tres gps y cinco o seis walkies. Así que no pasó nada, el recorrido se hizo siguiendo el trazado por Antonio Bustos fielmente.
Llegamos al sitio del vado del Quemas, allí, en las orillas del Jordán andaluz, nos espera el monumento a la Virgen del Rocío y una parada para reponer y echarnos fotos, llevamos en nuestras piernas 70 kilómetros y quedan otros 30. Cruzamos el Puente del vado para buscar por sendas y caminos la población manriqueña, allí nos espera su iglesia parroquial de reminiscencias mozárabes y en la plaza se adivina el saludo de las carretas de los simpecados de las hermandades de Sevilla y en las escalinatas recordamos como los bueyes suben hasta la puerta de la iglesia.
Villamanrique de la Condesa es lugar del reencuentro del grupo avanzado, que encabezan los niños: Bustos, Jesús y Metales e Ismael Opía. Desde allí hasta la Aldea nos espera un tramo largo y recto de carretera, paralelo a la “raya real” que a mi se me hace interminable, siempre picando para arriba y con el aire en contra, me quedo solo, por delante un grupo por detrás otro, y con las pulsaciones altas 160-170 y la cadencia de pedaleo fuerte, no bajo de los 30 por hora hasta que desisto, aflojo un poco hasta que me alcance el grupo de detrás mía, con Rigui, Mario, Picharri y Cani, entre otros. Agrupamos esperando otra avería y llegamos juntos a la aldea. Paro el sport tracker de mi móvil, 98 km en 5 horas 54 minutos, al poco de entrar en la aldea justo cuando nos hacemos las fotos suena el reloj de la ermita, son las dos de la tarde en punto. Aquí tenéis el recorrido que grabé: 
Nos hacemos la foto de rigor y como locos buscando tomar unas cervecitas que alivien el esfuerzo.
El microbús ha llegado, recogemos nuestras mochilas, nos cambiamos y hay un grupo que se encarga en montar las bicis en el remolque, tarea ardua y complicada que se complicó más de la cuenta.
Yo me mantuve al margen pero la verdad es que estas cosas crean malos rollos y es una lástima después de echar un día tan bueno.
Lo único que pienso es que todos aprendemos de los fallos y los más jóvenes aun más puesto tienen más tiempo para recapacitar y aprender.
La anécdota del día:
Estando un grupo de gente en el bar: Samir, Antonio Notaría, Luis Cueto, Diego de la Fuente e Iñigo, vemos como el microbús se va y nos deja en tierra, las risas son algunas nerviosas, teléfonos en mano y a llamar. A todos los que llamo me dicen que ellos no están en el bus y empezamos a dar vueltas.
Al fin nos dicen que están con el resto del grupo que ha venido con las mujeres y ya con el cachondeo y la guasa lo que alivia el peso de mi mochila, caminamos hasta donde se encuentra el microbús y el personal, nos invitan a unas cervecitas y algo de picoteo para partir sobre las 4 de la tarde. El trayecto fue ameno, se encargó de ello Jorge Corneta, con sus chistes y buenos golpes, que hizo que afloraran las risas y la guasa.
Llegamos a El Viso sobre las 5:30, muy cansados y satisfechos del día pasado, también preocupados por Fruti que se ha vuelto con la bici. La verdad es que es un máquina. Batió un record, no el de kilómetros sino el del mayor tiempo subido en una bici, puesto que llegó a El Viso algo más de las siete de la tarde.
Digno de admiración el amigo Fruti.
Con tanta gente como fuimos y en una ruta para nada competitiva no encontraría adjetivos para todos y cada uno de los que fuimos, pero si quiero expresar mis elogios a César padre, que se cargó 60 kilómetros espectacularmente, a mi primo Pepito que se cargó la ruta enterita y en los grupos de cabeza casi siempre, por supuesto a los más veteranos como Miguel y Fruti, agradecer la compañía de Iñigo de Mairena, el “nosocio” del chat que creo que repetirá con nosotros, a Carlos Salguero porque siempre está atento a todos, a Antonio Bustos que preparó una gran ruta, nuevamente destacable y encomiable es su labor (únicamente le pido, eso si, que se serene, podemos ser amigos y compañeros, por separado o a la vez, hay que saber distinguir en pro del respeto y la consideración que todos merecemos)
Por último considerar que uno hace nuevas amistades, en mi caso descubrir personas como Luis Cueto o Samir, que si no es por este mundo de las dos ruedas difícilmente habríamos coincidido.
Bueno pues esta ha sido mi crónica de un día magnífico, esperando la próxima salida y como dice Paco Mohoso, que para la siguiente en vez de haber 39 hayamos 50.
Ah y para terminar felicidades a todos por conseguir el jubileo, ¡Viva la Virgen del Rocío! ¡Vivan los Omios!

pd.Un video de última hora: