lunes, 10 de junio de 2013

Centésima Cuarta Estación: "Irrepetible = para no repetir"


En la vida, la corriente, la común, la del día a día, uno puede elegir con quien pasar horas, momentos y circunstancias.
A estas alturas de la mía (vida) en ese aspecto (amistad) podría decirse que ya lo tengo todo hecho.
Tengo, gracias a Dios, a mis amigos de siempre a los que quiero mucho, ellos son casi una familia, también tengo desde hace muchos años a mis hermanos de la Junta de Gobierno de mi Hermandad Nazarena, quienes son como mi familia y por supuesto a los que tengo un aprecio y un cariño total, indiscutible.
Y yo pensaba que aquí se cerraba el círculo, que para qué más. Qué más quiero.
Pero mira, resulta que este último año y medio he encontrado un grupo de gente, que no solo da amplitud a mi círculo humano, sino que agranda el capítulo afectivo. 
Todos los que me leáis sabréis que me estoy refiriendo a mi novedosa afición bicicletera, bttera para ser más exacta, y es que ayer tuvo un nuevo episodio que de haber sido muy bueno, pasó a ser muy malo, para tornarse nuevamente aceptable y al final no ser más que una experiencia irrepetible (entendiéndose el término en imperativo ¡PARA QUE NO SE REPITA JAMÁS!)
Nunca imaginé que tendría ese sentimiento de dolor y afectación que supuso para mí ayer ver a Juan Carlos en el suelo, ensangrentado y machacado por la caída. No porque no lo hubiese tenido con cualquier otro compañero que le hubiera pasado lo mismo, sino por que quien estaba en el frío asfalto era mi AMIGO.
Ayer todos salimos con el cuerpo cortado, es verdad, pero mi sentimiento era además de dolor, por el gran afecto que le tengo.
Gracias a Dios todo ha quedado en un grandísimo susto, en unos puntos de sutura, algunas contusiones y magulladuras. 
Seguramente que Juan Carlos, un tío fuerte y grande superará en todos los aspectos, el físico y el psíquico, el aparatosos accidente de ayer. 
No sabría decir si esta experiencia negativa, abrió mis ojos y el alma para entender que donde suponía había un simple compañerismo ahora hay algo más, un verdadero sentimiento de afecto y amistad.
Pero en esta nueva afectividad no termina con nuestro presi alcaraleño, sino que también he encontrado en otros: Samir, Cresencio, Rigui, Joselito, Tallo, Antonio José, Borre, Chino..., por supuesto los miembros de la Junta directiva, los que salimos desde la Quinta, y Luis, quien ayer tuvo un gesto conmigo que merece un aparte, por supuesto mi agradecimiento, no solo por el detalle, que también, sino por esa deferencia que me viene demostrando desde que nos conocimos hace poquísimo tiempo, la verdad.
No se si lo merezco, yo creo que no, más allá de que uno intenta hacer lo correcto, como decía mi difunto padre, "haz el bien sin mirar a quien", no hago más méritos.
Cuando llegué a casa abrazado a ese maravilloso detalle, mi hijo me preguntó que porqué, que cuál era el motivo, la verdad es que me quedé parado sin saber qué decir, sin saber qué responderle. Y por más que lo pienso no encuentro una respuesta, únicamente pienso que hay muy buena gente y que Dios me da la oportunidad de conocerlos y me permite entablar lazos de afectividad mutua.
Bueno, primero me siento abrumado pero no por ello dejo de  alegrarme infinitamente.
No se si este post me ha salido algo melancólico, supongo que el que mi niña se me haya ido de viaje de fin de curso, en la mañana de hoy, sea el motivo.
Gracias por la lectura.




No hay comentarios: