Fiestas Populares
Romería del Rayo
Se celebra el último fin de semana de mayo.
Tiene su origen en 1985 cuando una tormenta descargó un rayo sobre la cúpula
del camarín rompiendo todos los espejos del arco y causando grandes desperfectos
en el retablo pero sin tocar la imagen de nuestra Patrona. A partir de este
año, los vecinos de Fuente del Arco deciden celebrar la Romería para dar
gracias a la Virgen.
La Romería se celebra en las inmediaciones a la
Ermita de Ntra. Sra. del Ara. Los actos a celebrar abarcan desde los religiosos
hasta los paganos con verbenas.
LEYENDA SOBRE LA ROMERÍA DEL RAYO
Estando un día varios vecinos de Fuente del Arco de Romería en las
inmediaciones de la Ermita, se produjo una gran tormenta. Los romeros corrieron
a refugiarse dentro del templo e imploraron a la Virgen con sus rezos para que
no les ocurriera nada.
Fortuitamente, entró un rayo por la ventana del Camarín y salió
por la puerta del templo sin producirle daño alguno a las personas que allí se
encontraban.
Algunas personas, cuentan que la mejilla de la
Virgen estaba enrojecida y agrietada por efecto del rayo, aunque se ha podido
comprobar cuando se restauró la Imagen, que el enrojecido estaba producido por
una restauración o mejor dicho un repinte "casero", y la grieta que
presentaba la mejilla se produjo al introducir en la talla los ojos de cristal
para lo cuál el imaginero tuvo que cortar la cabeza de la Imagen para proceder
a su vaciado.
CRÓNICA DE LA IV RUTA CAPITANA DE GUADALCANAL
Ayer partimos de “romería” un grupo de locos Omíos, pero confundimos
las fechas, en lugar de finales de mayo era mediados de marzo.
Carlos Salguero, Chime, Niño, Lora, Rigui, Mario, Vergara, Borre,
Kubala, Miguel y un servidor.
Salimos a las 6 y media de la mañana, había más gente del
club apuntados a la IV Marcha Capitana de Guadalcanal, pero las
previsiones no eran halagüeñas y muchos quedaron en El Viso.
Nada más transitar por la sierra empezó a llover, y
presagiamos los peores augurios.
Apenas amanecía y la sierra aparecía ante nosotros, verde
que te quiero verde, y agua, agua y agua, todo eran arroyos, charcos,
manantiales, por todos lados, en las vaguadas de los cerros, en las
escorrentías... era todo un espectáculo de la naturaleza, pero se advertía lo
peor.
Llegamos a Guadalcanal y bien ¡no llueve! Ha salido hasta el
sol, pero hace frío, bastante frío, el presi está que se sale, los caramelos de
cafeína, taurina y no se que “ina” más le hacen efecto. Es el primero en
vestirse, y está como loco por empezar.
Terminamos de poner el cuentakilómetros de Borre y nos ponemos
en meta. Menos gente que el año pasado, la lluvia y el más que previsible barro
ha menguado lo que iba a ser una participación histórica de más de 700 bikers.
Javier Cabeza, responsable de la Carrera da la salida
advirtiendo de lo peligroso del terreno, las bajadas y el barro, y que nos
vamos a encontrar mucho agua pero que el terreno no hace “donuts”.
Y ¡ala! nada más salir, agua, un arroyo ha tomado el camino
y lo hace intransitable, la gente con la bici a reata por una senda paralela y
alternativa que ya comienza a retrasar la carrera. ¡Madre mía la que nos
espera!
El camino se va poniendo mejor y ahí me quedo “solo” mis
compañeros la mayoría por delante los he perdido y el aire sopla en contra.
Me sorprende ver que Kubala me pasa, preguntándole que qué
hacía tan retrasado. Me dijo que se le había partido la cadena.
Comenzamos a subir cuestas y adelanto a Miguel justo antes
de llegar a la Capitana, es en esta subida donde me alcanza Rigui.
Continuamos casi todo el tiempo juntos, y al poco de bajar el
famoso mirardo de la Capitana, lugar del primer avituallamiento, empieza a
llover y a granizar, no quería pararme y por indicaciones de Rigui me dice que
me pare y me ponga el chubasquero, menos mal que le hice caso. Acabamos
empapados y con los pies mojados veníamos helados.
El sendero que sube y baja hasta la Ermita de la Virgen del
Ara en término de Fuente del Arco (Badajoz) es criminal, peligrosísima, una
barbaridad y con el terreno mojado, aquello resulta arriesgado, una temeridad.
¡Se que no os lo váis a creer pero empecé a rezarle!
Virgencita del Ara
Que Dios te salve
Ampárame Madre
Qué termine la ruta
Pero mi verdadero Ángel de la Guarda fue ayer una persona
bajita de estatura pero gigante en sabiduría, experiencia, compañerismo, un
verdadero biker que fue en todo momento a mi lado dándome instrucciones y
precaviéndome de las dificultades que se encontraban en los caminos.
En el repecho final que sube a la Ermita empiezo a notarme
los cuadriceps cargados y siento algunos pinchazos, la cosa está mal.
Aquí cometo el primero de los errores, justo en este lugar
se parte la ruta 2 y la 3, en este mismo sitio fue hasta donde llegué el año
pasado y venía con la intención de hacer la ruta completa así que ni paré, le
dije a Rigui que para adelante. YO SIGO
Lo que viene seguidamente es tremendo, subir, subir, subir
por un camino que combina la pizarra con el barro, entre abundante vegetación y
nuevamente la lluvia hace acto de presencia, lluvia y granizop, el frío cala
hasta los huesos y empieza a tronar, uff, Rigui y yo solos nadie por delante,
nadie por detrás, ahí empiezo a tener calambres en los gemelos y en los
cuadriceps, así que continuamente me tengo que bajar y estirar. No hago más que
mirar el cuentakilómetros y este NO AVANZA NADA.
Al fin alcanzamos la bifurcación de la ruta 3 y 4 y segunda
torpeza cometida, obligo a Rigui a seguir la larga. Lo que viene a continuación
no tiene nombre, es un infierno, senderos no ciclables, hay que poner pie y
empujar la bici lo que hace que mis castigados gemelos padezcan sobremanera en
las subidas empujando la bici.
Atravesamos arroyos con puentes de una tabla del tamaño de
una tabla de andamio.
Resbalones, caídas, ¡Dios mío! ¡Virgen del Ara ayúdame! A mi
mente venían todo tipo de plegarias.
De nuevo los calambres, me duelen las “corvas” me tengo que
parar varias veces, el terreno se pone imposible, ríos de agua, corrientes que
caen por las laderas y te salpican, ramas que te arañan, y me quedo solo.
Al fin diviso civilización el pueblo de “Reina” y su
castillo se vislumbra, pero todo cuesta arriba, repechones de aglomerado que
hacen más fácil la subida pero también peligrosa por los resbalones pues por
esas rampas baja el agua.
En el pueblo comienzan nuevamente los calambres pero aguanto
y subo sin poner pie buscando el castillo.
Rigui me está esperando para decirme que se vuelve, que
vienen a buscarnos que eso es inhumano y que no aguanta más.
Físicamente no se encuentra mal ni se queja de calambres o
tirones, dice que solo le duele el pie, y que está helado, que nos vamos a
poner malos, pero es un veterano de esto y sabe lo que hay.
Yo no digo nada, me siento vencido, frustrado, pero
aliviado.
Estoy temblando mientras escribo esto recordando lo de ayer.
Nos dicen que lo que viene a continuación de Reina es también
duro y nos quedan ¡25 kilómetros! Son las 2 y media de la tarde hemos recorrido
¡45 km en 5 horas! ¡Andando hubiésemos ido más rápido!
Como decía el amigo Borre, las subidas a la misma velocidad
que las bajadas.
Bajamos al Ayuntamiento, nos recoge una furgoneta de
Bicicletas Aljarafe que hace de coche escoba y nos lleva a Guadalcanal, en el
recorrido no dejan de llamarles con avisos de más gente tirada o que ha
abandonado. Recogemos a dos biker más y llegamos al pueblo.
Buscando los coches me encuentro a Miguel ya duchado y me
dice que lo han tenido que traer en ambulancia con los cuadriceps agarrotados,
justamente en la Ermita del Ara.
Se llevó la recompensa al recibir el premio por ser el
competidor de mayor edad, un orgullo y un ejemplo a seguir: 57 años.
Helado, mojado, cansado y con las piernas doloridas me ducho
y me pongo ropa limpia y seca.
En el camino a las duchas me encuentro con Sergio Tuitubici
que viene de las duchas, ha quedado el 26, el primero de los Omíos,
¡enhorabuena!
En las duchas está Kubala, segundo de los Omíos en llegar,
desconociendo el puesto en la general. Viene igual que todos cansado y dolorido
y sorprendido de la dureza de la prueba.
Terminándome de duchar el Niño, (tercer Omío que completa la
prueba) que viene con un batacazo dado y casi con hipotermia.
Salgo de las duchas algo repuesto y empieza a llover, ¡Dios!
Después de varias vicisitudes, me voy a comer y ¡uf! al fin
me siento.
Eran casi las 4 de la tarde y todavía no ví señales del
resto de compañeros.
Llegaron sobre esa hora: Lora, Mario, Vergara, Carlos
Salguero y Borre. Todos campeones y capitanes. ¡Felicidades!
Venían contando igual que yo, lo dificultoso, los calambres
y lo agónico de la ruta. Caídas, averías, etc.
Yo siento una tremenda envidia y gran frustración por no
haberla concluido, a ver si en la tercera va la vencida.
Terminados los sorteos, partíamos y llegamos a El Viso sobre
las 7 de la tarde, después de tan accidentada romería a la Ermita de la Virgen
del Ara.
¡Señora de la Sierra, Bendita Virgen del Ara, intercede por
nosotros y nuestro club!
Deo Gratias
AMÉN
4 comentarios:
Hola compañeros, yo soy el que ya estaba en la furgoneta tiritando, y doy fe de que todo lo que has contado es cierto , puro y duro, asi que os animos a que el año que viene nos volvemos a ver alli. Un abrazo.
Buenas compañeros, yo era el que iba en la furgoneta tiritando, todo lo que cuentas es verdad, puro y duro. Asi que os animos el año que viene a ir ota vez y terminarla, espero veros alli. Un abrazo
Me alegro de que des veracidad de mi crónica.
Gracias y espero vernos en la próxima.
Un saludo
Nazarenoviso, no se si ha salido el comentario anerio porque me ha dado fallo, pero te vuelvo a dejar el enlace de un video que hice para mi club y quien no crea lo escrito lo pueda ver. Un Abrazo
https://www.youtube.com/watch?v=HHjQIj4JmJ8&feature=player_embedded
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