Con tantas cosas como ocurren en el mundo, ¡cómo no le iban a pillar desprevenido al Señor del Gran Poder! ¡Claro! si a esa hora Jesús estaba pendiente cómo mínimo de otro Jesús que venía al mundo, de un Jesús chiquitito, "chorrito" de vida que se resistía salir de su madre Angélica, para presentarse a sus padres, a sus familias y sus amigos, que los tiene muchos y buenos.
"Chorrito" de alegría y de satisfacción que han sentido los suyos al verlo nacer, sano y salvo, bendecido por cuantos los van a mimar, a querer y a desvivirse por él y todo esto mientras ayer por la tarde el Dios de Sevilla, en San Lorenzo, que estaba en esta y otras muchas historias humanas, era sorprendido por un loco desalmado, loco de locura, de demencia, de atar, (y que a ninguno le de por hacer cosas buenas) arremetía salvájemente contra Él. Ese Jesús, nazareno, Gran Poder de locura, descarnado de dolor al que nos enloquece su mirada, su frente coronada y su larga melena, que abraza la locura del amor con dulzura y sin rencor. Ese "Loco" maravilloso que instauró su religión de amor y perdón, era vilmente mutilado por otro loco de maldad y de locura insana.
Desprevenido Señor de San Lorenzo, te pilló ese salvaje, desprevenido porque Tu Señor no estás en la basílica, sino en cuantos lugares se acuerdan de Tí, en el dolor y en la desdicha, en la planta baja del Tomillar, en los quirófanos y en las clínicas, en los tanatorios y en los hospitales, y ayer Señor estabas pendiente del corazón de Alberto y de Angélica para que esa horita fuera corta, lo más corta posible. Ayer Señor no estabas en San Lorenzo por eso dejaste que te pasara eso, para que, una vez más, el dolor lo pasaras Tu, Loco bendito de Sevilla, Amor infinito de Dios, carne lacerada que cura del alma los desgarros de la vida.
Señor, no permitas más el impacto, el horror que nos produce saber el maltrato de tu santa efigie, pero tampoco dejes de acompañarnos en el lecho del dolor.
Y Señor del Gran Poder, gracias por darnos la vida en un "chorrito" de aire fresco que es futuro y promesa de continuación.