Trigésimaprimera Estación: Mi Sevilla

Soy sevillista, de los que fue a Eindhoven, a Mónaco y a Madrid, pero también de los que estuvieron en Málaga cuando el Sevilla se la jugaba a una carta para el ascenso a primera. Es decir soy sevillista esté mi equipo donde esté. Tengo 17 años de carnet, el 5 mil y pico de abonado y además tengo dos acciones, por cierto las tengo por ahí perdidas en un cajón de mi casa y hace tiempo que quiero buscarlas.

Bueno esta presentación es más o menos algo que llevo con inmenso orgullo, con una satisfacción tremenda porque la sangre roja me corre por las venas y en cada partido que veo de mi Sevilla interpreto en mi corazón toda la herencia de aquel abuelo que me metió este veneno en el alma. Veneno sí, porque han sido más los dolores que los placeres, aunque ahora estemos colmados de alegrías, uno ha pasado por muchos calvarios y por muchísimas decepciones.

¿Y ahora a que viene esto? pues porque en algún sitio tengo que expresar la alegría que fue ver el sábado pasado a un jugador que marcará con letras de oro, de aquí al infinito, haber jugado en este equipo de Nervión y yo haber tenido el honor de haberle visto jugar para mi Sevilla, marcar goles para mi Sevilla, celebrar goles para mi Sevilla y hacer disfrutar, gozar y experimentar sensaciones inenarrables.

La gente mayor hablaba siempre de haber visto jugar la famosa delantera "stuka", haber visto correr a ese grandísimo Juan Arza. Yo no.

Yo podré hablar de Kanoute, Frederic Omar.

Todo un símbolo, todo un honor haberle visto marcar golazos, y de los importantes, en cinco de las seis finales que hemos jugado ha marcado.

Y el sábado nos regaló tres golazos, "Hat trick" (no se si se escribe así) y la camiseta se la intercambió con el jugador del Valladolid "Goitón", ¡Dios mío! cuánto no habría dado yo por esa elástica.

Y lo que le queda por darnos, por marcar para nosotros y por celebrar para nuestro Sevilla del alma.

Gracias siempre Sr.Kanoute, Don Frederic Omar.